Entrenando
		En cambio, estaba dispuesto a ayudar a entrenarnos a Koringo y a mi. Nos acompañó cuidandonos y curándonos hasta que pudimos movernos por los
		 peligrosos parajes cercanos a la ciudad.
 Pena que tenía que irse pronto, tanto él como su hermanito. La verdad es que Koringo estaba reventado tras un duro dia de entrenamiento =3